martes, 30 de agosto de 2016

Día 9: Tracy Arm - Juneau

     Buenas de nuevo seguidores, el día de hoy ha sido un palizon desde las 9 de la mañana hasta las 9 de la noche, con un tiempo criminal, mucho frío y además lloviendo sin parar. Aquí al parecer es lo normal, pero es una mierda. De todos modos no todo ha sido negativo, ha sido espectacular con sorpresa incluida.

     Antes de empezar os voy a dar una pequeña charla. Alaska es el estado número 49 de los Estados Unidos de América. Es el estado más grande de todos con una población que es la tercera a la cola, quien lo diría por el clima. Aquí viven 700.000 personas y la capital es Juneau. La mayor parte del territorio lo forma una península, que hace frontera con el estado del Yukon canadiense y luego hay un trozo pegado a la Columbia Británica candiense tambien, llamado el Pasaje Interior. A continuación de la península hay un arco formado por las Islas Aleutianas, que salvo las dos de más al oeste que pertenecen a Rusia, son también de Alaska. Como ya sabréis Alaska fue vendida por los rusos a los americanos, mal vendida diría yo, porque el territorio es estratégico a tope.

     No desesperéis que ya voy al grano. Nos hemos bajado del barco en alta mar para coger un catamaran y adentrarnos en el Tracy Arm que para empezar es un fiordo. Así parece una tontada, pero luego la cosa se anima. Lo primero de todo es una foto del barco llamado Nieuw Amsterdam de la Holland América Line, que es mi barquito, aquí todo chulito el.


      Al irnos alejando ya hemos entrado en el fiordo, que así de primeras pues me ha parecido muy soso. De todos modos los que me conocéis ya sabéis que los fiordos me dan por saco y esta es la estela que hemos ido dejando.


      Después de adentrarnos un buen trecho la cosa como os decía al principio ha cambiado y han empezado a aparecer algún que otro graciar discreto, teniendo en cuenta las escalas que se manejan aquí. 



      Aquí me veis a mi, que me he comprado el palo del selfie pero aún no lo domino mucho.


      Al final ha aparecido la joya del fiordo, después de unos pequeños icebergs desparramados por el agua, el glaciar Sawyer que no se sabe muy bien si es uno o son dos. Además pegados que estábamos a él se ha caído un trozo. No se puede desembarcar en ningún punto y las fotos no hacen justicia.






      Después la sorpresa que os decía, juzgar por vosotros mismos. 






      Las fotos están muy mal, pero claro fue de sopetón porque al principio solo soltaba agua, pero el coletazo fue como a cámara lenta y súper elegante, parecía que se estaba luciendo la tía. En este sitio en concreto no es normal que aparezcan. Después más icebergs y más cascaditas.



      Y aquí una servidora haciendo el tonto un poco.


      Esta excursion empezó a las 9,00 y acabó a las 15,45, y la otra excursion empezaba a las 16,00. Así que me baje del catamaran, me subí al crucero, lo atravesé y me baje por otro lado para subirme a un cacharro que me dejo en el muelle. El barco atraca fuera del muelle porque es muy grande. Llegamos justos.

      En Juneau, lloviendo y con frío como es normal, nos fuimos carretera arriba para ver otro glaciar, el  Mendelhall, que también tiene su aquel, aunque lloviendo las fotos están aún peor.



    Después un barquito para ver ballenas, lloviendo a mares y las muy cerdas salieron pero no saltaron. También vimos focas pero ya casi de noche. Llegamos al barco a las 21,00 y me subí a cenar corriendo. Después hice intento de subir blog, pero daba cabezadas. 

    Me encanta Alaska, si con este tiempuzo es así, madre mía con sol o con nieve. Es un viaje esencial.    





 





















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