Bueno, pues esto se ha terminado. Hoy vamos tempraneros porque hay que bajarse del barco a la hora indicada según tus planes del día. Me ha tocado bajarme a las 8,15 pero ha sido todo muy rápido, a las 9,30 ya estaba en el aeropuerto. Aquí en Canadá es costumbre que haya voluntarios jubilados atendiendo a la gente en puertos y aeropuertos. A mí no me parece mal la verdad, pero aquí se lo pueden permitir ya que el paro es muy bajo, en España no sé yo si funcionaria, aunque yo lo he visto en hospitales.
Estos petardos de KLM no me dejan quitarme del medio la maleta hasta las 12, el check in ya lo he hecho en las maquinas automáticas, así que estoy aquí tirada con la maleta, medio leyendo, medio jugando. Resulta que llevo una escala corta en Ámsterdam, 55 minutos y el avión tiene un retraso ya de un cuarto de hora, vamos a ver si hay suerte y llegamos a tiempo.
Ya a las 12 me encuentro con los otros españoles del crucero que vuelven hoy a España también y ya pasamos dentro. El aeropuerto de Vancouver tampoco es que de para mucho, con lo cual ha sido dificilísimo gastar los dólares americanos que me quedaban. Aquí como en casi todos los aeropuertos si no pagas con la moneda del país, te admiten cualquier otra, pero si hay cambio te lo dan en moneda local, así que yo que había soltado los dólares canadienses, otra vez vuelven a mi. Al final al Starbucks a gastármelo en cafés, y por cierto ha sido el mejor café que me he tomado en todo el viaje.
Hemos despegado con media hora de retraso, pero menos mal que el vuelo dura media hora menos de lo que pone en los papeles. En este no hace tanto frío como en el de la ida. Hemos llegado a Amsterdam sin novedad aunque con prisa, y como siempre el vuelo de Madrid en la última puerta de la terminal, con lo cual he llegado sin resuello de correr. Además yo no puedo subirme en la cinta básculante y bajarme con prisas porque me mareo, así que corriendo a toda prisa con la dichosa mochila que si a la ida pesaba 5 kilos, ahora parece que pesa 100. Al final tanto correr y el vuelo de Air Europa sale con media hora de retraso. Esta compañía no me gusta nada, y encima pasan por la fila y muchas veces tienes que facturar el equipaje de cabina. Menos mal que yo he pasado sin problemas porque hubiéramos tenido una muy gorda, ya que mi euaje cumple perfectamente con la normativa de Air Europa, y claro en la mochila llevo las cosas de valor.
Llego a Barajas sin novedad, con 20 grados más de temperatura que en Vancouver y con el. forro polar casi puesto. Que calor.......
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